Un blog sobre la New Age (Nueva Era) y los esoterismos varios que hoy, como una epidemia que afecta al raciocinio y a la lógica, se expanden... Bienvenidos sean usted y Guillermo de Occam.

lunes, 14 de mayo de 2007

Sin criterio de verdad histórica


La respuesta que los esotéricos y new-egeros suelen dar cuando se les cuestiona acerca de hechos históricos se basa en la afirmación de que la historia no es como nos la han contado. Sería interesante que estos lúcidos historiadores nos dijeran en qué y que aportaran los datos por los que sus conclusiones son veraces. Esto segundo no lo hacen.

Es verdad que no todo lo hecho y escrito durante toda la historia nos ha llegado tal y como se hizo y escribió, lo cual no significa que lo que sí nos ha llegado no sirva para nada. Es más, nos ha llegado mucho, muchísimo (no todo no es igual a nada), y esto nos permite realizar reconstrucciones del pasado que, a pesar de que algunos se empeñan en negarlo, nos posibilitan el tener un conocimiento muy fiel de la historia, el suficiente como para saber y distinguir lo que es verdad y lo que no, el suficiente como para poder elaborar un repaso solvente, amplio y fidedigno de lo histórico.

Borrar de un plumazo el legado histórico y los frutos del trabajo de muchas personas bajo la premisa de que a solas (con el corazón, con la introspección o con eso que llaman "intuición")se aprende mucho más es, por un lado, despreciar absurdamente una ingente fuente de conocimiento y, por otro, apostar por la ignorancia propia y, lo que es peor, pretender la ignorancia ajena.

Si yo quisiera saber y conocer acerca de la Europa Medieval, por ejemplo, podría hacer caso de los que me dicen que los historiadores no saben nada de nada, encerrarme en mi cuarto y ponerme a meditar. El resultado previsible es un desconocimiento absoluto.

Por contra, si el tema verdaderamente me interesa (la Historia es fascinante), puedo acudir a publicaciones, a cursos, a clases, a congresos, a conferencias. No tengo por qué ceñirme a un sólo autor/a (esto es, además, poco recomendable; mucho más si ese autor/a es experto en todo, pues probablemente no sea experto en nada), cuanta más variedad de fuentes se consultan más capacidad se adquiere para discernir y distinguir a los historiadores de los embaucadores.

Si hago esto, además de aprender y de disfrutar, comprobaré que es muchísimo lo que se sabe y que los que afirman que todo lo dicho es un invento, que lo que nos ha llegado no sirve y que en realidad no sabemos nada, se equivocan.


Vamos a hacer un pequeño ejercicio de lógica que es verdaderamente asequible a todos.

Esta es la posición de la Atlántida según diversos autores:


- James M. Allen sostiene que estuvo en el Altiplano central de los Andes, en Bolivia
- I. Donnelly afirma que fue un continente entre Europa y América; esta teoría la comparte A. Kircher y es la más ampliamente aceptada
- E. Zangger considera que la Atlántida es en realidad Troya
- C. Girard la sitúa en el Estrecho de Gibraltar
- O.H. Muck dice que son las Islas Azores
- M. Valentine se la lleva a las Bahamas
- R. Kuehne la coloca en el Sur de España, en la Marisma de Hinojos, muy cerquita de Cádiz
- P. Zamarro dice que la descubre en el Mar Egeo
- Samael Aun Weor dice que unía geográficamente a América con Europa
- Edgar Cayce dice que estaba en la isla de Bimini (el Caribe)

Fíjese en esta lista. Ofrece hasta 10 versiones distintas de la localización de la mítica civilizacion atlante (hay más, pero ya me cansé). Usted comprenderá que no todas pueden ser ciertas. No obstante supongamos, que es mucho suponer, que uno de ellos tenga razón, que no la tiene puesto que no hay tal Atlántida, pero supongamos. Esto provoca que al menos 9 se equivocan. Es lógico: una civilización no puede estar a la vez en 10 sitios distintos (puede ahora usted decirme que los atlantes tenían el don de la omnipresencia multidimensional etéricosutil y que por eso en realidad todos tienen razón).

Ahora volvamos a los canalizadores. ¿Cuántos hay? ¿Cuántas versiones de lo mismo ofrecen? ¿Qué pruebas aportan? ¿Cómo sabemos quién dice verdad y quién no? Es más que evidente que no todos pueden estar diciendo la verdad, pues hay multitud de contradicciones. ¿Cómo determinamos que alguien acierta? Si afirmo que el canalizador Z acierta, estoy a la vez afirmando que quienes le contradicen se equivocan, aunque sean igualmente canalizadores.

Supongamos de nuevo que encontramos una ciudad sumergida con un cartel en su entrada que diga "Wellcome to Atlantis. Keep off the grass" y que nos permita determinar sin lugar a duda su localización. ¿Qué dirían los otros 9? Probablemente algo como esto:

- Es una conspiración de un grupo secreto del gobierno para ocultar la verdad al mundo con un montaje
- Lo que se sabe con el corazón no puede ser falso, luego esa ciudad no es la Atlántida
- Es como lo de la Luna, han puesto ahí unos falsos restos para que los niños índigo no evolucionen
- Los pleyadianos ya nos han comunicado su localización exacta, no pretenderán que nos creamos ese cuento
- Yo lo supe en un desdoblamiento astral, luego esa localización es falsa
- Los reptilianos han vuelto a engañar a la humanidad
- Lo que se sabe con una consciencia elevada no puede ser desmentido por lo que creen saber los que viven engañados en esta dimensión

En un entorno en el que el criterio de verdad es el deseo de que algo sea verdad, cualquier cosa, por peregrina que parezca, puede ser tenida por verdad. Así, la realidad es que para éstos no hay criterio de verdad alguno. Todo vale.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de leer algunas de las entradas de tu blog, y aún con la duda de preguntar algo ya publicado, yo me pregunto quienes son los transmisores de esa New Age y de esos esoterismos varios. Quizás deberías aclarar "contra" (va entre comillas, ¿eh?) quien o quienes va este blog, quien o quienes representan esa epidemia del raciocinio.

Javier dijo...

Hola, José Luis.

La respuesta está en "Canalizadores".

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