Un blog sobre la New Age (Nueva Era) y los esoterismos varios que hoy, como una epidemia que afecta al raciocinio y a la lógica, se expanden... Bienvenidos sean usted y Guillermo de Occam.

jueves, 21 de febrero de 2008

Religión y ciencia




Uno de los aspectos más relevantes de la Modernidad era su fe en el progreso científico; toda dificultad parecía haberse convertido en un temporal problema técnico que se solucionaría cuando la ciencia diera con sus claves. En la Posmodernidad, el desarrollo científico-técnico se observa con cierto desaliento, quizás a causa de las consecuencias no deseables de los avances y de su aplicación. Con la revolución que se ha producido en la Física del s. XX, no obstante, se están alcanzando casi los flecos últimos de la realidad (en ciencia decir “conocer lo último” es una barbaridad, por supuesto). La Mecánica cuántica y la Astrofísica posterior a Gamow (el primero en sostener el Big Bang) provocan asombro y estupor, y los físicos y astrofísicos parecen hallarse en el umbral de las puertas de la Teología y la Metafísica. La Genética está desentrañando los peldaños de la evolución de la vida que conducen y explican al ser humano. En la maraña de descubrimientos de nuestra historia reciente, ¿queda lugar para la fe?

La Historia de la Iglesia contempla algunos de los enfrentamientos más penosos acaecidos entre la fe y la ciencia. La oposición a las tesis de Galileo (es falso que se le quemara en la hoguera), al evolucionismo darwiniano y algunos otros casos menos ilustres, parecen dar la impresión de que el enfrentamiento de la fe con la ciencia es inevitable y que la primera va cediendo el terreno ante el impetuoso avance de la segunda. Si bien la Iglesia suele mantener una actitud prudencial (quizás escarmentada), los exabruptos de los grupos evangélicos fundamentalistas contribuyen no poco a que esta imagen de oposición esencial entre la fe y la ciencia esté muy extendida. La impresión trasmitida es la de un creyente en estado de imbecilidad permanente desmentido por una ciencia a la que se opone sólo en virtud de su fanatismo. Pero, ¿son incompatibles la fe y la ciencia?

Respecto de las relaciones entre la religión y la ciencia, las posibles opciones entre las que creyentes y no creyentes pueden moverse son numerosas. Son las que vamos a tratar.

El conflicto es esencial. Tanto los fundamentalistas evangélicos como algunas formas de materialismo científico (no necesariamente marxista) sostienen esta posición: se ha de elegir entre una de las dos. El literalismo bíblico reclama para sí la potestad de pontificar sobre cuestiones científicas a partir de su peculiar visión del texto sagrado: Dios es el autor de la Palabra y cualquier cosa que contradiga lo escrito es falso. El materialismo científico reclama para sí la potestad de pontificar sobre cuestiones filosóficas o teológicas: los datos y las pruebas hacen inútil la hipótesis Dios. En ambos casos, el error de partida conduce al error de llegada. La Biblia no es un manual de ciencias y su lectura y estudio no puede conducir a conclusiones sobre el origen de las especies, ni aún la humana. Por otro lado, las ciencias experimentales no pueden considerar “científicamente probadas” aquellas conclusiones que exceden el terreno de lo experimentalmente contrastable; de hacerlo, se rebasaría lo estrictamente científico y se estaría entrando en el ámbito de la filosofía o de la teología, pero no haciendo ciencia. En otros casos se convierte al método científico en el único y exclusivo modo de conocimiento, y como Dios no es experimentalmente asequible… Ambas posiciones son absolutamente reduccionistas y miopes.

Independencia. Consiste en considerar a ambas, ciencia y religión, como absolutamente independientes la una de la otra. Cada una de ellas habría de ocuparse de sus asuntos sin que pudieran darse interacción o diálogo alguno. Ambos métodos serían selectivos y mutuamente excluyentes. Claro que si esto fuera así, si bien se evita el conflicto, la realidad aparecería como igualmente dividida en departamentos estancos e inasequibles el uno al otro. Si buscamos una consideración más abarcante y coherente de la realidad o de la totalidad de la experiencia no podemos renunciar a hacernos una idea de lo que pudiera ser verdad desde ambas perspectivas.

Concordismo. Para muchos teólogos en la historia reciente la mayor preocupación fue la de hacer compatible lo dicho por la ciencia con lo sostenido por la fe. Había que hacer concordes ambos mundos. En la actualidad, no pocos ven en el Big Bang una demostración del acto creador de Dios desde la nada. El peligro que se corre es el de que lo sostenido como científicamente cierto quede finalmente desmentido y que en su caída pueda llevarse consigo lo que se pretendía como un contenido de fe demostrado científicamente. Aquí podrían encuadrarse las actuales teorías del diseño inteligente tan de moda en USA.

Sincretismo. Es la actitud de los grupos de la Nueva Era. Se trata de utilizar conceptos de la ciencia para sostener las posiciones propias. Se suelen usar estos conceptos fuera de contexto y exentos de su significado para justificar posiciones que en muchos casos son autocontradictorias. Valgan como ejemplo el hecho de atribuir a la energía las propiedades de la conciencia (o viceversa) y de convertir en leyes pseudocientíficas cosas como la pretendida conexión causal entre los deseos y la realidad. La ciencia se convierte en un self-service al servicio de la causa.

Diálogo. Algunos autores sostienen que suelen darse cuestiones “límite” en las que tanto el científico como el creyente pueden establecer un diálogo más o menos amplio. La religión tendría su lugar en aquellas cuestiones en las que la ciencia no puede pronunciarse con rotundidad (el Dios rellena-huecos). Del mismo modo, en los problemas respecto de la moralidad de determinadas prácticas científicas y de algunos avances tecnológicos la teología moral podría también alzar una voz legítima con que expresarse. Esta es una postura “independentista” moderada.

Integración. ¿Por qué habría de renunciarse a hacer Teología Natural a partir de lo que se va conociendo con la ciencia? Las principales fuentes de la Teología Natural no se encuentran en los contenidos de la ciencia, pues aquélla es una empresa eminentemente filosófica, pero los descubrimientos científicos pueden contribuir no poco a su desarrollo y a reformular posiciones, por ejemplo, en lo referente a la Teología de la creación. Del mismo modo, cabe pensar en la posibilidad de una metafísica inclusiva, una integración sistemática de posiciones a la búsqueda de la verdad sobre Dios y sobre el hombre, por un lado, y a una espiritualidad profunda nacida de la contemplación de una naturaleza que cada vez vamos conociendo mejor; ambas pueden contribuir a hacernos y construirnos una visión coherente del mundo y de Dios. Aquí caben las llamadas “filosofías y teologías del proceso”, o de la realidad como un “sacramento” en un continuo devenir. Según estos autores, ciencia y religión son compañeras de viaje.



Si alguien desea profundizar, bibliografía recomendada:

- Barbour, I. Encuentro entre ciencia y religión. Sal Térrea, 2007.
- Barbour, I., Religión y ciencia. Trotta. Madrid, 2004 (Este sólo para valientes, ¿eh?).
- Collins, F.C., ¿Cómo habla Dios? Planeta. Madrid, 2007
- Gould, S.J., Ciencia versus Religión. Crítica. Barcelona, 2000
- Küng, H., El principio de todas las cosas. Trotta. Madrid, 2007
- Polkinghorne, J., Ciencia y teología. Sal Terrae. Santander, 2000.
- Schmittz-Moorman, K., Teología de la creación de un mundo en evolución. Verbo Divino. Navarra, 2005.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

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Buen post. Solo de cirte que creo que nadie dijo nunca de Galileo que se quemara en la hoguera. El tuvo que retractactarse de sus teorías, eso si. Quizás lo asocias con Miguel Servet. A este último si que le dieron vuelta y vuelta. :-)

Javier dijo...

Yo digo que es falso que se le quemara en la hoguera, precisamente porque sí hay quien lo dice:

http://www.interrogantes.net/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=79

Javier dijo...

Error en el enlace anterior. Quería poner éste:

http://www.il-luminati.com/En%20Ingles/porque.htm

pueblos teruel